Influence of High Glycemic Index and Glycemic Load Diets on Blood Pressure During Adolescence.

El objetivo fue evaluar prospectivamente la asociación entre el índice glucémico y la carga glucémica de los alimentos consumidos y las ingestas alimentarias de los hidratos de carbono, azúcares, fibra y carbohidratos que contienen los principales grupos de alimentos (por ejemplo, panes, cereales, y bebidas azucaradas) con los cambios en la sangre la presión durante la adolescencia. Un total de 858 estudiantes de 12 años al inicio del estudio (422 niños y niñas 436) fueron examinados desde 2004-2005 a 2009-2011. Los datos dietéticos fueron evaluados a partir de cuestionarios validados semicuantitativos de frecuencia alimentaria. La presión sanguínea se midió utilizando un protocolo estándar. En las niñas, después de ajustar por edad, etnia, educación de los padres, historia familiar de hipertensión arterial, la altura de línea de base, la presión arterial basal, el cambio en el índice de masa corporal, y el tiempo invertido en actividades físicas y sedentarios, cada aumento de 1-SD (1-SD = 7,10 g / d) la ingesta alimentaria de fibra se asoció con una disminución - 0,96, - 0.62, y - 0.75 mmHg en la presión arterial sistólica (p = 0,02), diastólica (p = 0,01), y la presión arterial media (p = 0,002), respectivamente. En las niñas, cada incremento de 1 DE en el índice glucémico en la dieta, la carga glucémica, hidratos de carbono, y la fructosa se ​​relacionaron de igual manera con aumentos de + 1,81 (P = 0,001), + 4,02 (P = 0,01), + 4,74 (P = 0,01) y + 1,80 mm Hg (P = 0,03) en la presión arterial sistólica, respectivamente. Estas asociaciones significativas entre las variables de nutrición relacionadas con los hidratos de carbono y la presión arterial no se observaron entre los niños. La ingesta excesiva de hidratos de carbono en la dieta, específicamente de alimentos con alto índice glucémico/ carga glucémica, podrían influir sobre la presión arterial, especialmente en las niñas, mientras que dietas ricas en fibra puede proteger contra la presión arterial elevada durante la adolescencia.

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