Norte de Castilla :: 09 Abril 2016 :: ANA SANTIAGO.
VALLADOLID. A qué edades, qué cantidades y alimentos, qué prevención es posible y qué corrección de consecuencias es factible. Saber comer bien puede ayudar a frenar la disminución de la densidad del tejido óseo que tiene como consecuencia una fragilidad exagerada de los huesos, algo que afecta especialmente a las mujeres en edad menopáusica. El especialista en Nutrición Daniel de Luis Román hará, este martes día 12, un repaso a estas enfermedades y dará buenos consejos para alimentarse adecuadamente en una nueva edición de las Aulas de Salud de El Norte de Castilla.
Como es habitual, el salón de actos de Caja España-Caja Duero, en la plaza Fuente Dorada de Valladolid, acogerá el martes día 12, a las 19:00 horas, la intervención del jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y director del Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición de la Facultad de Medicina de Valladolid.
Vuelve así este especialista a las Aulas de la Salud de El Norte de Castilla, con el patrocinio de DKV Seguros Médicos, la fábrica de galletas Gullón y la Junta de Castilla y León para hablar sobre ‘Osteoporosis y dieta’ De Luis explicará qué es la osteoporosis, su silencioso avance asintomático hasta que produce problemas, cómo puede diagnosticarse, qué factores de riesgo la favorecen y revisará diversos estudios internacionales sobre esta enfermedad. Asimismo, repasará los alimentos ricos en vitamina D y calcio, que son los que favorecen el no perder mineral del hueso.
Es fundamental concienciar a los jóvenes y con especial interés a las mujeres, de que adquieran unos buenos hábitos alimentarios, incluyendo en su dieta diaria una cantidad adecuada de calcio y vitamina D. También es importante que realicen con periodicidad ejercicio físico y que supriman hábitos nocivos, como el alcohol y el tabaco, con el fin de que obtengan una buena cantidad de masa ósea.
El hueso es un órgano vivo en cuyo interior se van produciendo cambios que lo regeneran continuamente, mediante la creación de nuevos depósitos y re absorción de otros. Estas fases se regulan por distintas hormonas, pero también se ven afectadas por la dieta, la actividad física, los hábitos tóxicos y la vitamina D. En condiciones normales, una persona alcanza a los 30 a 35 años su cantidad máxima de masa ósea. A partir de ese momento, se irá produciendo una lenta y natural pérdida de ésta a lo largo de la vida