El debate sigue abierto. ¿Son malas las bebidas energéticas?, ¿Lo son las isotónicas deportivas? ¿Son aptas para todas las edades?
El doctor Daniel de Luis, catedrático de Endocrinologia y Nutrición en la Universidad de Valladolid, aclara aspectos fundamentales a considerar en este consumo. Explica que, en primer lugar, hay que distinguir entre las bebidas isotónicas y las energéticas. Las primeras las toman los deportistas, tienen sales, hidratos de carbono y ayudan a reponer lo perdido mientras se hace ejercicio. Nada que decir, ningún problema». Sin embargo, añade, «con las energéticas hay que tener más cuidado. Los estudios, por ejemplo de Estados Unidos, revelan que la mitad de los adolescentes las toman de forma regular. Hay que tener cuidado porque tienen en su composición además de sales y de hidratos de carbono, taurina, cafeína, guaraná, ginseng, y azúcar. La cuestión está en lo que se va acumulando a lo largo del día y en el patrón de consumo». Destaca este especialista en Nutrición del Río Hortega, que «cuando uno se toma un café, e incluso hasta dos o tres, lo hace lentamente, en una conversación con alguien, en una cafetería... mientras que estas bebidas se ingieren de forma rápida, además son refrigeradas lo que invita a un consumo sin reposo; con lo cual es un pelotazo de cafeína.