Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
Este alimento se caracteriza por ser una buena fuene de proteínas, con un contenido en grasa muy reducido no llegando al medio gramo por cien, así como en hidratos de carbono, que es prácticamente nulo.
Por tanto, su consumo es una buena manera de incorporar proteínas en la dieta con bajo aporte calórico, tan solo 47 calorías cada 100 gramos. Por otra parte, tienen también un bajo contenido de colesterol comparado con otros mariscos, con tan solo 50 miligramos por cada 100. Entre sus micronutrientes, destaca la presencia de minerales como el hierro, potasio y calcio. Probablemente, el aspecto nutricional más relevante, es el relativo a su alto contenido en hierro, que es tan elevado que supera a muchos alimentos de origen animal como la ternera o el hígado. El aporte del hierro se sitúa en los 24 miligramos por cada 100 gramos de producto, y esto significa que el consumo de una ración aporta más del doble de los requerimientos diarios de hierro. Las almejas, por tanto, son un alimento recomendado para aquellas personas que presentan riesgo de anemia ferropénica, como mujeres embarazadas o adolescentes. Además, este alimento también es rico en fósforo, potasio, zinc, cobre, manganeso, selenio, calcio y yodo. Todo este aporte de minerales es fundamental para el desarrollo de nuestros huesos. Además, en relación al yodo cabe destacar que interviene en el mantenimiento de la actividad de nuestra glándula tiroidea con una correcta producción de hormonas tiroideas. El único aspecto que debemos vigilar, es el relativo a su contenido en purinas, que lo convierte en un alimento poco aconsejable para quienes tienen ácido úrico alto en sangre.