Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
El tomate pertenece a la familia de las solanáceas. Este alimento es muy rico en agua, hay que recordar que representa casi un 95% de su peso.
Además, aporta solamente 20 calorías por cada 100 gramos. La razón que explica este aporte tan bajo de calorías está en su bajo contenido en hidratos de carbono que se sitúa en los 3,5 gramos, las proteínas con aproximadamente 1 gramo y las grasas que se sitúan en los 0,1 gramos. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que lo verdaderamente importante del tomate es su contenido en vitaminas y minerales. Cabe mencionar que en este caso, la vitamina más importante es la C (26 mg por 100 gramos), esta cantidad hace que, si ingerimos 150 gramos de tomate al día, aportamos el 100% de las necesidades diarias de esta vitamina para un adulto sano. Otras vitaminas que contiene el tomate son todas las vitaminas del grupo B, vitamina E, ácido fólico y una pequeña cantidad de betacarotenos. Dentro de los minerales, destaca su contenido en potasio, magnesio y fósforo. Por otro lado, se encuentra el licopeno, uno de los nutrientes más importante de los tomates. Se trata de un pigmento de la familia de los carotenoides que le aporta al tomate su característico color rojo. En esta línea se puede añadir que el licopeno tiene propiedades antioxidantes, disminuye el riesgo de desarrollar determinados tumores (próstata, páncreas, pulmón y colon). Este licopeno se absorbe muy bien a partir del tomate fresco, pero todavía mejor a través del zumo de tomate o del tomate en salsa. Por todos los motivos anteriormente mencionados podemos decir que estamos ante un alimento rico en vitaminas y minerales y con un potente antioxidante como el licopeno. Así que solo nos queda decir que el tomate cuanto más rojo, ¡mejor!