Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
El atún es el pescado azul más consumido en nuestro país. Es sin duda del tipo graso que aporta 12 gramos de grasa por cada 100 gramos
. A pesar de ese contenido, lo interesante es la calidad de las mismas, siendo las polinsaturadas (omega 3 ) las más importantes con 3,6 gramos, seguidas de las grasas monoinsaturadas y saturadas, con alrededor de 3 gramos cada grupo, esto hace que el consumo de este alimento ayude a disminuir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre y a prevenir fenómenos trombóticos de la sangre. Por este motivo, es recomendable el consumo de atún y otros pescados azules en caso de enfermedades cardiovasculares. Además, su contenido en colesterol es mínimo, con tan solo 38 mg. Del resto de macronutrientes, destaca el aporte proteico, alcanzando los 23 gramos por 100 gramos de producto y con una mínima presencia de hidratos de carbono. Con respecto a la composición en vitaminas y minerales, es superior a la de otros pescados. Entre las vitaminas del grupo B destacan la B2, B3, B6, B9 y B12. El contenido en esta última supera al de las carnes, huevos y quesos, alimentos que son de elección en una dieta en la que queremos aumentar estos aportes. La proporción del resto de vitaminas hidrosolubles sobresale en el atún respecto a la mayoría de pescados. Como hemos comentado en otras ocasiones, estas vitaminas están implicadas en el aprovechamiento de los nutrientes energéticos e intervienen en la formación de glóbulos rojos, la síntesis de material genético y el funcionamiento del sistema nervioso. El atún tiene también cantidades significativas de vitaminas liposolubles como la A y la D. Con respecto a los minerales, el fósforo y el magnesio sobresalen en el atún, sin olvidarnos de su contenido en hierro y yodo. El fósforo está presente en huesos y dientes. El magnesio interviene en el funcionamiento del intestino, los nervios y los músculos. El hierro es necesario para la formación de hemoglobina y el yodo es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides.