Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
Apesar de un viejo proverbio latino ‘in vino veritas’, que nos indicaba que ‘en el vino esta la verdad’, no fue hasta a partir de 1991 cuando el vino fue encumbrado al grupo de los alimentos cardiosaludables, al describirse el fenómeno que ha llegado a ser conocido como la paradoja francesa.
Esta paradoja explicaba, como las personas en el sur de Francia que a pesar de incluir en su dieta una proporción muy alta de queso, mantequilla y carnes, tenían una tasa de enfermedades cardiacas muy bajas, explicándose esta situación como un efecto cardioprotector el consumo de vino tinto. Dentro de los componentes del vino, a la cabeza tenemos el alcohol. El alcohol tiene un papel relevante en la salud cardiovascular, con un efecto directo sobre la pared de las arterias y sobre marcadores de riesgo cardiovascular, disminuyendo los niveles de colesterol malo y aumentando los de colesterol bueno. Sin embargo, el vino, ofrece más protección cardiovascular que otras bebidas alcohólicas. Este mayor beneficio del vino es debido fundamentalmente a los polifenoles. Algunos de los polifenoles (antocianas, flavonoles, flavonoides, y resveratrol) tienen efectos sobre la coagulabilidad sanguínea, mejorando la circulación y disminuyendo el riesgo de sangrados, además estabilizan las placas de ateroma, por otra parte tienen también un efecto antioxidante, protegiendo nuestro organismo del envejecimiento. Dentro de los polifenoles, el más interesante es el resveratrol, que ha demostrado una acción preventiva frente al desarrollo del cáncer y antinflamatoria. Otro de los componentes saludables es la fibra soluble, este tipo de fibra disminuye la absorción intestinal de grasas malas y además mejora el vaciamiento gástrico, actuando también sobre la liberación de insulina. Por ultimo, podemos citar que recientemente algunos estudios han demostrado los beneficios del consumo moderado del vino sobre las funciones intelectuales de pacientes con enfermedad de Alzheimer. El consumo de una copa de vino en las mujeres y hasta dos en los varones se ha demostrado beneficioso para la salud, con un consumo responsable.