Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
Se denomina café a la bebida que se obtiene a partir de las semillas tostadas y molidas de los frutos de la planta de café (Coffea).
El café es muy estimulante, pues contiene cafeína, variando su concentración en función de si bebemos un café soluble (65 mg), café express (40m) o café filtrado (60 mg). Además de la estimulante cafeína, se han detectado más de 700 compuestos químicos en el café.
Por ejemplo podemos citar algunos componentes que le confieren a los cafés diferentes matizes, la vainilla, el guaiacol y el 4-Ethyl-guaiacol (le dan toque a especias), el 2,3-butadion (un aroma a mantequilla), el 2-Methoxy-3-isobutylpyrazine (un aroma a tierra), el methional (aroma a azúcar) y finalmente el 2-Furfurylthiol (un aroma, simplemente, de café). Sin embargo estos compuestos se deterioran con el aire y la luz, lo que explica el consejo habitual de conservar el café en un recipiente hermético al vacío y protegido de la luz. Si revisamos los micronutrientes, en el grupo de las vitaminas dominan las del grupo B y con respecto a los minerales, el componente más importante es el potasio. Por ejemplo, tomando una taza de café obtenemos alrededor del 20% de la cantidad diaria recomendada de niacina (vit B3) y dos tazas de café cubren el 10% de las necesidades de potasio. Dentro de los efectos del café, es bien conocida su acción estimulante del sistema nervioso. También se
han descrito efectos beneficiosos de la cafeína al disminuir las cefaleas. Recientemente se ha descrito un efecto beneficioso entre el consumo de café y la diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares y el hígado graso.