Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
El calabacín forma parte de una familia de hortalizas muy amplia como son las Cucurbitacéas (Cucurbitaceae) y es un pariente muy cercano del pepino y también de la calabaza.
Como otras hortalizas que hemos revisado en esta sección, el calabacín procede también de América. Específicamente, el calabacín es la especie Cucurbita pepo variedad Pepo. Las dos subespecies más reconocidas son: la ovifera, que proporciona frutos pequeños o medianos de forma variable y sabor generalmente amargo y la pepo, de frutos de gran tamaño, esféricos u oblongos, de color amarillo o anaranjado, de un agradable sabor dulce.
Desde el punto de vista nutricional este alimento está constituido fundamentalmente por agua (97%), con un aporte de macronutrientes muy bajo. Por ejemplo la presencia de hidratos de carbono es de menos de 5 gramos por 100, el aporte de proteínas no alcanza el gramo (0,6 gramos por 100) y las grasas tampoco alcanzan el gramo (0,2 gramos por 100). Una característica típica de este alimento, es que a pesar de pertenecer a la familia de las hortalizas, tiene un aporte bajo de fibra (0,5 gramos por 100). Con respecto al aporte de minerales, el más abundante es el potasio (140 mg por 100) y ya en un segundo nivel aportan calcio, magnesio y fósforo. En cuanto al aporte vitamínico destaca la presencia de los folatos (13 ug por 100), así como una buena cantidad de vitamina C (22 miligramos por 100), lo que supone un aporte de un tercio de las recomendaciones diarias de esta vitamina, situándole muy cerca del tomate y pimiento. También es muy interesante el aporte de betacarotenos (provitamina A) y vitamina A activa.
En resumen, esta hortaliza es un buen alimento para formar parte de una dieta para bajar peso en los pacientes obesos y con otros factores de riesgo cardiovascular asociados a la obesidad, con un buen aporte de potasio, fólico y vitaminas antioxidantes.