Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
El rape es un pescado blanco, por tanto, es un pescado con bajo aporte de grasas (menos de un gramo por cada 100) y de calorías (alrededor de 75 calorías por 100 gramos). Esto le convierte en un pescado ideal para incluir en dietas hipocalóricas para perder peso y en las dietas de fácil digestión en pacientes con enfermedades del estómago o intestino.
Con respecto al aporte de proteínas, en cantidad es prácticamente similar al de las carnes, alcanzando casi 20 gramos por 100 de producto, siendo también de alto valor biológico. El rape por otra parte contiene diferentes vitaminas y minerales. Entre las vitaminas se pueden destacar las del grupo B como la B6 y B12, y en cantidades más discretas la B1, B2, B3 y B9. En general, todas ellas implicadas en funciones de obtención de energía de los nutrientes como los hidratos de carbono, grasas y proteínas. Con respecto a la composición de minerales en el rape, aparece en cantidades interesantes el potasio, fósforo y selenio y, en menor medida, el magnesio. El potasio es un mineral necesario para el sistema nervioso y la actividad muscular. El fósforo está presente en huesos y dientes, actúa en el sistema nervioso y en la actividad muscular y participa en procesos de obtención de energía. El selenio es un antioxidante natural. El magnesio tiene funciones en los nervios y los músculos, y además forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. Este aporte importante de vitamina B1, fósforo y proteínas le convierten en un pescado con una gran capacidad de generar energía en nuestro organismo, pero con un aporte de calorías extra muy bajo.