Daniel de Luis
Jefe del Servicio del Clínico de Valladolid
Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición
En nuestros días, la mayor parte de la producción de uva se destina a la elaboración de los distintos tipos de vinos y otras bebidas como el mosto.
La uva es una fruta con un aporte calórico importante alrededor de las 70 calorías por 100 gramos, provenientes fundamentalmente de los hidratos de carbono (15 gramos por 100), con la presencia de azúcares como la glucosa y la fructosa. Dentro de los minerales presenta un alto aporte de potasio (350 miligramos por 100 gramos) y, en menor medida, de calcio 17 miligramos y de magnesio 10 miligramos. Con respecto a las vitaminas, las uvas son una buena fuente de ácido fólico para las gestantes y de vitamina B6. El ácido fólico interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la producción de material genético y en la formación de anticuerpos. La vitamina B6 interviene en el metabolismo de las proteínas. Las uvas aportan diversas sustancias con importantes propiedades beneficiosas, tales como antocianos, flavonoides y taninos, responsables de su color, textura y aroma, y de los que dependen diversas propiedades saludables como son los beneficios sobre el riesgo cardiovascular, disminuyendo la oxidación a nivel de las arterias y mejorando los niveles de colesterol. La piel y las pepitas son ricas en resveratrol, un elemento con acción anticancerosa. Las diferencias nutricionales entre las uvas blancas o de color son mínimas, por ejemplo el aporte de azúcares es mayor en las uvas blancas. La uva negra tiene más potasio y la blanca más magnesio y calcio. En conclusión, este alimento además de sus saludables características nutricionales presenta acciones beneficiosas sobre nuestro sistema cardiovascular.