Daniel de Luis Román. JEFE DE ENDOCRINOLOGÍA Y NUTRICIÓN DEL HOSPITAL CLÍNICO UNIVERSITARIO DE VALLADOLID.
Pregunta.– El pasado viernes, 6 de mayo, se celebró el Día Internacional Sin Dietas. ¿Qué objeto tiene una causa tan extraña? ¿Que momento es bueno para abandonar una dieta?
Respuesta.– La celebración del Día Internacional Sin Dietas el 6 de mayo surgió por una iniciativa de una mujer británica, Mary Evans Young. El concepto, sobre todo, era contribuir a quitar el estigma que existe sobre el paciente obeso, y resaltar que las dietas deben ser prescritas por un profesional de la salud.
Ella era una feminista muy activa y quería poner en valor que la forma corporal no es un canon que haya que seguir –sí la salud y lo que deriva de la obesidad–, que las dietas había que prescribirlas a través de un profesional de la salud. Ponía también el acento en evitar esas dietas comerciales, esas dietas industriales, esas dietas ‘milagro’, que no van acompañadas de una prescripción médica, y luego recordar todas las víctimas relacionadas con las dietas. Porque la dieta, la cirugía bariátrica mal prescrita, que es la cirugía de la obesidad, la liposucción, tienen riesgos.
Lo que proponía era un compendio que no era en contra de la dieta, sino de desestigmatizar al obeso y no hacer barbaridades con dietas sin ton ni son. Eso ya lo dijo ella en 1992. Hay que tener en cuenta que muchas mujeres empiezan dietas en la edad peripuberal y pasan de tener sobrepeso a iniciar una dieta para controlar el peso y dan el salto a la anorexia nerviosa, se pasan de frenada. Por ahí surgió el Día Internacional sin Dietas.